lunes, 13 de octubre de 2008

De tu arte a mi arte...

Antes de comenzar, quiero disculparme con todos mis amables lectores por no haber estado presente esta semana, pero especialmente con un buen amigo a quien no pude acompañar en una ocasión especial. La verdad es que mi vida universitaria y personal se me está poniendo demandante y no me da tiempo ni de revisar mi correo, ni mi blogsito, tristemente. Pero bueno... ya le quedé mal a todo el mundo este fin, espero que me disculpen.
Dicho lo anterior, es momento de escribir un comentario bien lindo. Como ven, la encuesta no tuvo mucha participación (ni modo, así es esto de los blogsitos), y me veo obligado a actuar en función de los resultados obtenidos. Por eso es que hablaremos de la literatura. ¿Alguno de ustedes sabe qué es realmente la literatura? Porque una cosa es que la literatura sea el arte de escribir y otra muy distinta es lo que se escribe normalmente. Una lista de súper (o de la comer) no es literatura. ¿HArry Potter es literatura? No respondan. Piénsenlo. La verdad es que es bien complejo decir qué sí y qué no, pero los parametros para darnos cuenta de si es o no es son más o menos estos:

- Debe haber un manejo estético de la lengua. O sea que el escritor debe escribir de una forma clara, con un estilo adecuado y con conocimiento y habilidad en el uso del lenguaje. Mala ortografía, mala gramática o vocabulario de sopita de fideos no es arte.

- Como todo arte, debe provocar una reacción emocional (o racional, porque hay quien no tiene emociones). Debe ser capaz de conmover, irritar, perturbar o alegrar al lector, por dar ejemplos. En ese sentido, la excepción existente son los libros de auto-ayuda, porque esos se cuelgan de lo que ya siente la gente antes de leerlos.

- Debe abordar temas, reflexiones y contenido en general que sean relevantes para el lector y para la sociedad humana en general. Por eso es que la mayoría de los buenos libros se pueden traducir con éxito a todos los idiomas: sus contenidos son universales.

- En la medida de lo posible debe ser original.

Bueno, ya sentamos una base que nos ayuda a entender mejor la literatura, pero aún no hemos dejado nada claro. Vamos a tomar un ejemplo real (varios, mejor) que nos permita explicar éstos conceptos mejor.
El Quijote de Cervantes, obra cúspide de la literatura española (es la base de nuestro idioma como lo conocemos, así que no lo duden), maneja el español como nadie (repito, Cervantes creó nuestro español moderno), maneja una serie de elementos que nos conmueven: el amor, la lucha de un hombre contra una sociedad desvalorizada, humor, etc., etc., etcétera. También maneja entre estos elementos temáticas profundas que le importaban a la gente de entonces, y a la de ahora, incluso. Nunca antes se había escrito algo así.
Ahora, digamos... Harry Potter. Cierto, maneja una serie de temáticas que a los niños, y a muchos no tan niños, les interesan: el desarrollo de un 'estudiante' en el ambiente escolar, la formación de la personalidad y las amistades, la magia, etc. Pero gran parte de su éxito se basa en fórmulas narrativas e ideas que ya se han usado antes (en El señor de los anillos de Tolkien, por ejemplo, o incluso en los cuentos populares de la cultura europea). La originalidad no es su fuerte, y eso merma mucho su posible inclusión en lo literario. Quizás provoca una respuesta emocional, pero se basa en fórmulas que no son nada originales: siempre se muere alguien cercano a Harry Potter (me acordé de Bambi, por ejemplo, y hasta de Star Wars), sus amigos siempre lo salvan (o sus papás muertos, o sus maestros, o quien sea...). Yo diría que no es literatura. Claro, los niños lo leen y eso es importante, pero hasta ahí.
Bueno, espero que este pequeño comentario sea de su interés. Si alguien quiere quejarse de mi punto de vista o algo diferente, ya saben que esto es un foro tanto de ustedes como mío. También pueden contarnos: ¿cuál es su libro favorito? ¿les gusta leer? ¿no? ¿por qué?

Y recuerden: le pido una disculpa a mi Valedor. De verdad, disculpame.

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